Yo he visto con tristeza camiones repletos de ellos en carreteras hacia su destino fatal. No es por asco que no como puerco porque los puercos no son sucios, necesitan el lodo para la temperatura de su cuerpo y por la forma en que los crían viven en situaciones de pre inmundicia, pero no son sucios si pudieran elegir. Tampoco como puerco por un asunto religioso. No como puerco porque tampoco me comería un perro.
Pero quienes comen puerco, perro y hasta gato son los chinos. Se comerían un pedazo de concreto si tuviera vida, estoy segura. Se comerían sus heces si chillaran, se comerían sus mocos si se movieran. Se comerían lo que fuera con tal de darle muerte. Estoy segura.
Y mientras pienso en por qué decimos Chino Cochino además de que rima, debe ser porque todo lo que está cerca de los barrios chinos está infestado de cucarachas y de olores grasosos. Ellos mismos son grasientos y malolientes.
Son los culpables de que se asocie lo barato con lo sucio. Pero lo barato no tiene por qué ser sucio. En cambio, lo chino está asociado a lo chafa, a lo pinche, a lo corriente, a las imitaciones de plastico que se rompen, a los aparatos que compras y se joden, a lo que tendrá poca vida y ninguna calidad. Hasta sus celebraciones de año nuevo chino son cutre.
Quienes han viajado a China vuelven contando maravillas. Nada que ver con lo que aquí decimos, excepto, claro, por la forma tan dolorosa en que viven los obreros día a día, los lugares hacinados en donde tienen que dormir, el dinero que apenas les alcanza para pagar unos kilos de arroz. Excepto porque la palabra democracia está clausurada de intertet. Excepto porque siguen escupiendo en las calles.
Esa China de la que hablan algunos es la que vimos en los juegos de Beijing con sus impresionantes espectáculos. Es la misma China que nos deja boquiabiertos con sus fuentes y luces. Pero esa China, tristemente, es la China que no puede respetar ninguna forma de vida, mucho menos la humana, mucho menos la ajena.
Qué se puede esperar de los chinos cochinos que no hayamos visto ya. Por mi, que se queden con su cheque de 50 mil dólares para la Cruz Roja. Ájá, 50 mil dólares!!! 500 mil pesos!!! esa es la cantidad que un gobierno tiene para donar a otro? Qué risa, qué mal chiste. Tan malo como todo lo de estos chinos, que por la dignidad de los cochinos, deberían sólo ser
Pinches Chinos Apestosos.
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