domingo, 27 de septiembre de 2009

Treinta y dos

Todavía no se me cae la arena de la semana santa, ya cumplí años. Todavía no termina septiembre y ya huele la cena de navidad. Probablemente mañana despierte de mi nuevo cumpleaños sólo para abrir los regalos del intercambio decembrino. Así me ha pasado la vida recientemente: volando. Ojalá que olvidar sucediera igual de rápido. Pero no es así y es preciso decir que te extraño. Me caga, pero qué le hago. Yo digo que quizá eso cambie, con el pasar de los años.
Ahora son 32 y sigo contando...

1 comentario:

Unknown dijo...

Cada que te leo te encuentro más humana y por tanto, con riesgo de parecer más vulnerable. Lo aplaudo.

Festejo contigo un año más y te mando abrazo. Creeme, es un gusto haber cruzado al menos dos palabras contigo.