Matan palestinos. Muere la memoria histórica. Mueren las neuronas y los árboles. Muere el amor y las amistades. Mueren las madres de los amigos. Muere la inocencia. Muere el cuerpo día con día. Me sobrevive un dolor estomacal, una tos recurrente, la incomodidad de mi misma, las ganas de salir corriendo y la humilde necesidad de pedir perdón.
"Antaño vivíamos en la ilusión de que era factible cambiar el tono vital de la sociedad al socaire de una ética de la amistad y la amabilidad. Era el tiempo de la ofensiva de los pequeños grupos soñadores" (Sloterdijk)
Doce años
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Pasaron 12 años desde la última entrada a este blog. El mundo cambió. Mi
vida cambió.
Curiosamente, aquellos primeros protagonistas de el muy añejo Sin...
Hace 6 meses
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