jueves, 6 de agosto de 2009

Si me lees

Nunca reproches mi narrativa.
No te mires en mis líneas.
Mírate en mis ojos cuando te tomo de frente y te pido que escuches a través de mi respiración.

Nunca juzgues mis historias.
No te reflejes en falacias, en cuentos ficticios.
Mírate en mis brazos y en mis piernas que te abrazan cuando estamos fundidos debajo de tus sábanas a la media noche.

Vayamos juntos a ese lugar donde nosotros es más que una palabra.
Donde mañana es una vida, la tuya y la mía,
donde tejemos a través de la escritura una linda fantasía.

Nunca pongas atención a mis sin sabores, ni tomes demasiado en serio mis agonías.
Porque no hay nada amargo ni triste en la sentencia que leo en tus ojos y escribo en tus labios.

Allí, junto a ti, sólo hay alegría.

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