domingo, 2 de noviembre de 2008

Por el gusto

Canto espantosamente pero me entretengo cantidad con un micrófono en la mano. Me gusta pensar que lo que cuenta no es lo bien que se canta sino las ganas que se ponen. Casi en cualquier cosa, no hay nada más seductor que ver a alguien hacer lo que le gusta mientras lo disfruta. El público necesita motivación y eso se contagia.